Un buen dentífrico o pasta de dientes no ha de ser abrasivo y tiene que poseer las siguientes características:
Que aporte el flúor necesario para remineralizar el esmalte dental, disminuyendo la aparición de caries.
Que fortalezca las encías y las mantenga sanas, previniendo la gingivitis (inflamación de las encías).
Que contribuya a la eliminación de la placa bacteriana, impidiendo la acción nociva de los gérmenes.